El aceite de coco es altamente hidratante y nutritivo, aporta brillo y suavidad, sin dejar el pelo graso. También protege la fibra capilar evitando la rotura del cabello y aportándole fuerza.
El aceite de argán tiene vitaminas, minerales y ácidos grasos altamente beneficiosos para el pelo. Proporciona un cabello muy hidratado, porque reduce la sequedad y le da mucho brillo.
El aceite de macadamia destaca por hidratar y fortalecer el cabello, cerrar las puntas abiertas y prevenir el encrespamiento.
Controla el encrespamiento.
Humecta, proporciona brillo y suavidad.